En nuestra realidad, la movilidad social no es fácil: se estima que para que un niño colombiano salga de la pobreza tendría que esperar el equivalente a 11 generaciones. Por ello, regocijan las historias de jóvenes emprendedores que con dificultades, pero con ganas, batallan para lograr movilidad social y superar la condición de pobreza.