Una senda dinámica
La economía colombiana sostiene la ruta de la reactivación, con retos como el desempleo e inflación.
En medio de varios pronósticos al alza de los expertos, el Dane publicó el lunes la cifra oficial de desempeño del PIB nacional correspondiente al primer trimestre del año. Según la organización estadística, la economía colombiana creció 8,5 por ciento entre enero y marzo, superando las expectativas de los analistas del mercado. Esa tasa de crecimiento trimestral es la más alta registrada en 27 años y ratifica que, en medio de nubarrones e incertidumbres, las actividades productivas mantuvieron su resiliencia.
Esta dinámica positiva está jalonada por el consumo de los hogares y por las actividades de comercio, alojamiento y servicios de comida (subieron 15,3 por ciento), seguidos por las industrias manufactureras, que contribuyeron con 1,41 puntos porcentuales. Mención especial merecen las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación, que crecieron un 35,7 por ciento, gracias al levantamiento de las restricciones sanitarias, el retorno a la presencialidad y la vacunación masiva.
El primer trimestre del año estuvo marcado por varios fenómenos que enrarecieron el entorno para la economía de Colombia y del resto del mundo. La propagación de la variante ómicron, la incertidumbre que trae la campaña electoral, la disparada de la inflación, los efectos globales de la guerra rusa en Ucrania y un creciente pesimismo colectivo fueron superados por un desempeño económico destacable a nivel regional en medio de complejas circunstancias. Mientras muchas partes del mundo temen el estancamiento, las perspectivas colombianas apuntan al crecimiento, así se presenten riesgos.
Este es un resultado que confirma que la economía transita por una senda de reactivación que debe mantenerse. La campaña electoral tiene que sumar este resultado y morigerar una creciente narrativa que desconoce la recuperación del ritmo de crecimiento, de los niveles prepandemia y de una gran parte de los puestos de trabajo perdidos por el covid.
Recuperación que tiene como protagonistas tanto al equipo económico del Gobierno Nacional como a las decisiones de millones de empresas y de colombianos trabajadores.
Los aspirantes a la presidencia deben concentrar sus esfuerzos en las propuestas para sostener y robustecer esta senda.
Los aspirantes a la presidencia de la República deben concentrar sus esfuerzos en las propuestas para sostener y robustecer esta senda, así como cerrar rezagos en empleo y en ingresos que muchos hogares colombianos están hoy sufriendo. Encuestas recientes muestran tanto la preocupación ciudadana por la economía como la dificultad para que esos ciudadanos experimenten la reactivación.
Esta distancia entre una dinámica positiva para la economía y las empresas y un deterioro de la calidad de vida de los hogares está aumentando y debe disparar las alertas. El desafío del crecimiento con equidad sigue siendo prioritario en el manejo económico del Ejecutivo y continuará con la llegada de la nueva administración en agosto. A la ruta de la recuperación debe sumarse un mayor esfuerzo en la traducción de estos ritmos de crecimiento en más y mejores empleos, menores tasas de pobreza y la derrota de las alzas de la tasa de inflación. Ese es el camino que debería seguir transitando la economía colombiana.